En la factura de aduana debe introducirse siempre el valor real de la mercancía que vayas a enviar. Cuando consista en una venta, hay que recoger el valor real del artículo o el precio que cuesta en el mercado.
Si lo que envías es un regalo y desconoces el valor que puede tener, lo mejor es que realices una estimación comparándole con otros productos de similares características. La otra opción pasa por poner el precio que tenía cuando lo adquiriste.
Puede darse el caso de que se trate de algo fabricado por ti, que no tenga un valor predeterminado. Si se trata de una escultura, por ejemplo, puedes añadir el coste del material y el tiempo invertido en ese trabajo.
Procura que la información aportada se ajuste lo máximo posible a la realidad. En las aduanas se encargan de calcular las tasas según dicho valor y al artículo que envías. De no coincidir el valor aportado por ti con el que tengan las aduanas corres el riesgo de ser sancionado.