Para recibir la mercancía, el destinatario es el que debe afrontar los gastos de aduana. En el caso de que rechace abonarlo, el coste acabará repercutiendo sobre el contratante del servicio.
Antes de realizar cualquier envío internacional te recomendamos que te informes sobre las restricciones e impuestos que impone cada aduana. De esta forma te evitarás los retrasos en los plazos de entrega.
Tanto si tienes previsto vender tus productos al exterior como si vas a enviar un paquete a un familiar, es preciso que adviertas al destinatario sobre sus obligaciones, que incluyen el pago de aduanas en destino.